Te espero aquí sentado,
en aeropuertos sin vuelos directos,
en estaciones de trenes fantasmas,
te espero.
En las calles, en rascacielos,
entre semáforos que no se encienden,
en las montañas aunque sea otoño.
Y tú verano, y yo invierno.
Pero te espero.
Charlie Hélice