Hélices

viernes, 19 de junio de 2009

Sinfonías que envenenan.


Aún podía escucharla, mi subconsciente recordaba todos sus acordes, todas sus notas. Había intentado olvidarla pero era improductivo. Sabía que no era una melodía corriente, al menos no para mí. La sinfonía tenía demasiados recuerdos guardados en su interior, recuerdos que necesitaba olvidar para vivir en armonía. El cargo de conciencia me estaba matando, no podría aguantar mucho más tiempo en esas condiciones. Conocía la única forma de dejar en el tintero la tinta reseca, tendría que pagar un escaso precio como signo de penitencia por el daño que había causado, por eso salté, me lancé al vacio siguiendo los pasos de ella, saltando del mismo acantilado.

En cuestión de segundos estaba en el piélago, la furia de las olas se revelaba contra mí ser, castigándome por haberlas condenado al peor de los castigos. Y entonces la vi, el tiempo y el agua solo habían conseguido vedarle un poco la pintura, pero seguía intacta y sonriente, y yo estaba al corriente del motivo de su mueca. Había estado esperando ese momento demasiado tiempo y ahora se vengaría, disfrutaría de mi muerte. Su melodía sonaba con más fuerza en mi cabeza, y volví a arrepentirme de haberla lanzado, pues su rabia provocó que ella se tirara. Contemple sin aliento alguno la cajita de música y pude ver la fría mirada de la bailarina, con el consuelo de que pronto vería a su dueña.

Carlosblack93....

2 comentarios:

  1. santo dios...
    escribes genial cielo... se me han puesto los pelos de punta u.u hace tiempo que no leía nada tan bueno... en serio =)
    escribe más^^
    te quiero!

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  2. hola! tu blog es genial, lo que escribes es genial en serio es una pasada :) te sigo sin dudarlo y esperoque hagas lo mismo unbeso!! http://somethingdiferentestela.blogspot.com/

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