Hélices

lunes, 18 de abril de 2011

Te echo de menos.

Te echo de menos, echo de menos tus risas, echo de menos tus ojos, echo de menos tu voz. Y por increíble que suene aún no me he acostumbrado a esto, aun no me lo he creído del todo, aún te sigo incluyendo en los planes de los fines de semana, aún marco decidido tu antiguo número de teléfono y cuelgo al darme cuenta que hace ya bastante tiempo que ese dejo de ser tu número, y aún sigo pensando que vives unas cuantas calles por debajo de mi casa aunque la verdad sea que vives unos cientos de quilómetros más lejos.

Sé que no hemos perdido el contacto, se que nos seguimos teniendo, sé que puedo contar contigo para todo, sé que me quieres, sé que me querrás siempre y sabes que no hace falta que nos digamos todas esas cosas para saberlo, pero a pesar de todo te echo de menos.

Echo de menos verte prácticamente todos los días, echo de menos que aparezcas por las tardes en mi casa, echo de menos transformar los problemas en chistes contigo, echo de menos las noches de fiesta, echo de menos tus consejos, echo de menos tu olor, echo de menos tus cambios de humor, echo de menos tus lagrimas, echo de menos tus retos, echo de menos tu orgullo y echo de menos hasta el más grande de tus defectos.

Y claro que todo esto también tiene sus cosas positivas, claro que ahora aprovechamos mas el tiempo cuando nos vemos, que discutimos menos, que valoramos más las cosas, pero aún así te echo de menos, y por echar de menos, echo de menos hasta nuestros enfados, echo de menos que me grites, echo de menos que me insultes, pero sobre todo echo de menos nuestras reconciliaciones.

Se puede decir que nos conocemos demasiado, que sabemos las intenciones que tiene el otro con solo mirarnos a los ojos, sabemos que somos muy parecidos, que nos cuesta mucho expresar lo que sentimos, que tenemos demasiado orgullo, que tenemos un comportamiento un tanto peculiar, pero también sabemos que nos queremos, que nos necesitamos y que siempre vamos a estar juntos pase lo que pase, independientemente de la distancia que nos separe.

Y por si aún no te había quedado claro, ahí va una vez más. Te echo de menos.


Pt: Esto pasa por ponerse a ver fotos a las 3 de la mañana un domingo de semana santa.
Pt2:  no me mates por esto.

Black 2